Esperábamos a Simón en general Anaya, quien llego una hora tarde opacando completamente el hecho de que yo hubiese llegado media hora tarde (amo cuando eso pasa), cuando yo le di a Tamayo la grandiosa idea de irnos hacia el Metropólitan por Tlalpan y después cruzar por el centro al fin hay nunca se hace tráfico (nótese mi extraordinaria ingenuidad en la frase anterior), Tamayo mostrándose tan ingenuo como yo decidió hacerme caso y fue así como repentinamente ya estábamos en Bolívar y Uruguay en el peor trafico del mundo sin mucha idea de hacia donde íbamos. Fue hay donde logramos deshacernos de nuestro ego le preguntamos a una señora quien al ver nuestros rostros dudo en bajar o no su vidrio, pero fue justo en ese momento donde algo mágico sucedió, su esposo calvo llegó, el sin saber que hablaba con gente carecía de cualquier tipo de ubicación trató de explicarnos pero al ver que sus intentos eran incoherentes decidió pronunciar las mágicas palabra “síganme” a las que agrego un “pero rápido”. El denominado por la comunidad como “señor calvo” hizo cosas que ni los peores conductores de pesero harían y después de unos 2 minutos, que hubiesen sido como 10 sin su ayuda, llegamos al teatro Metropólitan, fue hay donde el señor calvo se bajo de su camioneta y nos dijo estaciónense hay en ese estacionamiento y se fue. Todos quedamos realmente anonadados de que alguien se desviara de su camino, pusiera su vida, la de su esposa y la nuestra en peligro y nos llevara al teatro por pura y mera amabilidad, pero en ese momento la noche apenas empezaba.
Aunque no fue tan bueno como el evento anterior al que yo había asistido hay los anuncios fueron en general buenos algunas con variaciones de muy buenos y malos.
Algunos de los que mas me gustaron, bueno mas bien algunos de los que me acuerdo, que me gustaron y que encontré. Los anuncios no fueron para nada la parte mala de los Publívoros sino el hecho de que como ya lo comentó Plaqueta aquí había un “genio” (nótese el sarcasmo) que les regala cornetitas a la gente, enserio sería menos molesto que regalara patadas en los huevos, para mi no hay nada mas estúpido que alguien que le aplaude o hace algún tipo de celebración sonora hacia una pantalla, realmente ¿Qué pretenden al hacerlo? Pero en fin hay mas quejas y ya llevo muchas líneas así que continuaré con la siguiente.
Es bien sabido que cuando regalan algo la gente enloquece sin importar lo que sea, están dispuestos a matar por pequeñas barras fluorescentes, plumas de nokia o playeras que nunca van a usar, no se que esperaban que sucediera cuando decidieron regalar cerveza en el lobby mas pequeño en la historia de los lobbies realmente era como si una marabunta se te fuese encima no se podía caminar, mover, respirar demasiado hondo ni nada que implicara un poco de espacio, la gente enloqueció hasta Tamayo se servía cervezas que no se quería tomar y eso que Tamayo normalmente es una persona moderada fue una locura.
Al salir de hay gracias al efecto de reven que el exceso de cerveza había provocado en la “banda” todos tenían ansias de ir a algún otro lada y como yo siempre estoy abierto a explorar me les uní, al parecer ya había un plan, el after de la fiesta de graduación de quienes solían ser mi generación en lo que solía ser mi escuela pero como eso empezaba hasta las 3:30 y eran apenas las 2:30 decidimos ir al BV (Borrego Viudo) y como no hubiéramos podido hacer suficiente tiempo en ir al BV y comer como para que dieran las 3:30 Tamayo decidió perderse y así fue como hicimos mas de 1 hora en un tramo de menos de 20km. Después de comer manjares de pastor con salsa nos encaminamos por fin al triste lugar donde terminaría la larga noche, llegamos a casa de una mujer denominada por Benjuí (amigo de Tamayo que siempre estuvo hay pero no había sido necesario mencionar) como “Julia la macho” entramos y me encontré con mucha gente que tenía como 2 años o mas sin ver, la mayoría eran exñoños que ahora como todos se habían salido de la escuela habían logrado escalar socialmente hasta llegar a ser lo que eran es ese momento fresas borrachos fue un fenómeno tan raro el ver gente que solía ser muy respetablemente ñoña evolucionar hasta llegar a esa horrible aleación de fresa/borracho/ñoño/raro y como era una graduación todos se abrazaban diciéndose lo mucho que se querían y lo mucho que se iban a extrañar, que no era suficiente como para seguir viéndose independientemente de sus escuelas, esto incomodó mucho a los que no recibíamos abrazos y huimos rápidamente de ese lugar, antes de irnos sugerí a Tamayo que se robara una botella pero la idea no lo movió mucho así que nos fuimos con las manos vacías y dimos por terminada la larga noche
1/6/08
La noche de lo Publívoros combinada con el calvo extrañamente amable y la graduación de los que solían ser mi generación
Se parece a:
cosas que pasan,
eventos no tan desafortunados,
fiestas
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